La política recaudatoria por parte de transito de la Municipalidad asfixia a quienes utilizan la moto como medio de subsistencia. Durante el mes del mes de Julio se retuvieron 600 motocicletas en el depósito de calle San Martín
De no ser uno de los medios mas económicos para trasladarse no habría tantas motos en la ciudad, se calcula en 80 mil, he ahí una gran oportunidad recaudatoria para las arcas municipales, ¿Por qué Paraná es una de las ciudades con mayor motocicletas? una explicación es el ineficiente servicio de transporte publico de pasajeros, que desde 1984 viene acumulando diversas falencias que conducen a los usuarios a adquirir motos.
Hasta 600 motos retenidas a principio de julio en el depósito municipal ubicado en calle San Martín lo demuestran. ¿Cuanto cuesta tener una moto íntegramente en regla?
40 pesos de seguro, alrededor de 300 pesos en formularios, ; según la cilindrada es el costo de aranceles, por ejemplo una moto 110 debe abonar 135 pesos, mas gastos tramites y sellados que derivan en alrededor de 150 pesos mas, sacar el carnet de conducir 105 pesos, -recordemos que este fue privatizado por la actual gestión que derivo en el aumento del su costo-, en total 775 pesos, a esto debemos sumar 500 pesos del gestor, en caso que el patentamiento se realice con el profesional. El total ronda entre los 1400 y 1500 pesos. En caso de retención del vehiculo por multa, se cobra una estadía de 10 pesos diarios, algunas concesionarias no entregan las motos con el patentamiento, incluso retienen documentación que dificulta aun mas los tramites. Hasta allí la lógica indica que lo que es conveniente hacer es: con ese monto de dinero realizar la entrega a una concesionaria y comprar una moto o Km. para luego pagarlas en 24 cuotas. Es por eso que en los depósitos existen decenas de motos abandonadas por sus dueños. Debemos agregar que el cobro de estadía en los depósitos pareciera ser una extorsión a los dueños las motos. En cuanto a las multas son 300 por falta de carnet, 150 por falta de casco, más 60 de grúa por el traslado de la motocicleta al depósito.
Medidas excesivas y multas abultadas amparadas en una ordenanza agresiva, sumada a la dificultad que implica retirarlas a debido tiempo por cuestiones económicas y tramites engorrosos, hacen que la retención del vehiculo sea una verdadera pesadilla para quienes utilizan el motovehiculo como forma de ganarse la vida. No se pone en dudas el pago de la multa pero ¿porque la retención de una herramienta de trabajo en muchos casos? Todo tiene una explicación: Se sabe que en la municipalidad están ingresando empleados a una escala realmente alarmante, que sumados a los miles de contratados incorporados en estos tres años y medio de gestión dejaría como consecuencia un municipio colapsado por un excedente de empleados. Además debemos recordar que tan solo el año pasado se le otorgo un subsidio por 40 mil pesos no reintegrables para una fiesta (se les regalo) al sindicato del Suoyem (Sindicato Unión y Empleados Obreros de la Municipalidad) liderado por el actual diputado por el PJ Federal y candidato Hugo Vásquez, la suma fue otorgada con fondos municipales, esto quiere decir con dinero de los vecinos de la ciudad, de esta manera los vecinos estarían financiando un modelo de corrupción. Sobre la severidad de las medidas hacia quienes utilizan las motos como herramienta laboral, el Subsecretario de Transporte Marcelo Baridon declaro a REVISTA LA LLAVE que “me parece interesante plantear el tema del trabajo, pero tenemos que tener una determinada escala de valores en juego frente a la vida, no llevar casco implica instalar un objeto peligroso”. Ante nuestra pregunta sobre si se trataba de una cuestión recaudatoria, más que de seguridad vial, el funcionario nos contesto que “ningún Estado recauda con el ejercicio de la función policial, la función de policía es carísima, cara en personal, cara en insumos, cara. El estado recauda con impuestos”.
Las ordenanzas de seguridad vial deben respetarse, pero al parecer solo se respetan las tributaras destinadas a recaudar. La gestión no cumple con otras ordenanzas como por ejemplo el ABL (Alumbrado Barrido y Limpieza), también costeada por los ciudadanos. Así mismo la Comuna afirma adherirse a la ley Nacional de Transito, sin embargo no cumple con las debidas señalizaciones, optimas condiciones del estado de las calles, luminarias, nomenclatura, cursos de capacitación destinada a conductores, etc. Que también figuran en la ley Nacional de Transito
La falta de consideración hacia quienes utilizan los motovehiculos como medio de trabajo mina la economía de los mismos y podríamos afirmar que la retención de un rodado a un trabajador significa cortarles las piernas. Desde Defensoría del Pueblo responden que es habitual recibir estas consultas, pero la Municipalidad es muy severa en este tema y lo ha tomado como "una política de Estado” según lo manifestó el abogado del organismo, quien además agrego, para desahucio de los motoqueros, que “no pueden hacer nada al respecto”, ¿a quienes defienden entonces? El Defensor del Pueblo Luis Garay, manifestó el año pasado a un medio grafico local que tuvo “serias discusiones, sin lograr ponernos de acuerdo” con Marcelo Baridón, titular de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte. Lo que ha logrado la defensoría es que no se cobre la estadía los primeros 3 días de retención de rodado.
Sean cadetes, diarieros, preventistas, o trabajadores que no les alcanza para pagar un auto y que se ganan diariamente su pan dignamente, todos están en permanente riesgo de perder su motocicleta. ¿No es acaso esta medida una arbitrariedad o un abuso que tiene como objeto primordial la recaudación? Pero no todo corre por parte de la Municipalidad, debemos aclarar que la Dirección de Transporte Automotor es de competencia nacional y ha recaudado millones en estos últimos 5 años.
Las multas por las infracciones son tratadas “a ojo” en la Dirección de Transito de la Municipalidad por una empleada que no permite hablar con el juez de faltas, pues pasa todo por ella. ¿Por que a ojo? hay pruebas documentadas desde nuestra redacción, de puño y letra de la administrativa, donde las multas varían inexplicablemente. Todo trabajador al que le secuestran su herramienta de trabajo tiene la sensación que “le han cortado las piernas” con la que diariamente “para la olla”, pero la rigurosa inflexibilidad de la gestión no acepta contemplaciones, sin embargo esta arbitraria conducta de la gestión ya no sorprende a los vecinos de la ciudad.
