“Hay algo peor que la angustia de la
página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber
oído demasiadas historias, y no poder olvidarlas”.
Fabián
Polosecki, “Polo”, fue un periodista
distinto, original, con la capacidad de fundirse con el entrevistado, tal alquimia lograba crear una esencia entre ambos. Conseguía
que el alma de cada ser brote de su interior.
Su simpatía y sensibilidad forjaban
las llaves de ingreso a aquel mundo. Con sus programas “El otro lado” y “El
visitante”, reflejó como nadie las experiencias que se esconden detrás de vidas
invisibilizadas, marginadas e ignoradas por la indiferencia deshumanizante. Con
sus entrevistas, sus relatos en off, dirigió
las luces de su cámara iluminando a prostitutas, criminales, drogadictos
o desocupados, pero también vecinos o simplemente “personajes” de la vida
diaria. En la adolescencia, estuvo al
frente del centro de estudiantes secundario, donde tuvo un rol destacado
en la conformación de una coordinadora estudiantil porteña a fines del gobierno
militar e inicios de la democracia. Estudió Sociología en la UBA, carrera que
abandonó en 1988. Entre 1984 y 1989 se desempeñó como periodista gráfico de la
revista Radiolandia. Uno de los métodos más utilizados por Polo en sus
programas televisivos era salir a la calle con una cámara y capturar al
personaje urbano que habita la ciudad, y tras él, su historia. Nada mas corría
sutilmente el velo de la realidad diaria para encontrarse con lo privado, lo
intimo escondido tras el biombo de cada
existencia. El visitante solo duro un año, ATC, canal donde se emitía, entro en
deuda víctima del vaciamiento menemista. “En los últimos meses había visto
demasiado, y había visto cosas que hubiera preferido no ver” afirmo “Polo” en
uno de sus últimos programas.
Recientemente
separado, con un hijo pequeño y hostigado por las deudas, decidió mudarse
a una isla de Tigre en Provincia de
Bs.As. Un 3 de diciembre de 1996, Fabián Polosecki se arrojó debajo de un tren,
recordando quizás las declaraciones de uno de sus entrevistados -maquinista
ferroviario- que le había dicho: por su profesión sabía de una zona
"estratégica" elegida por los desahuciados que optaban por arrojarse bajo la formación
ferroviaria. Fue allí donde se dirigió Fabián para poner fin a su vida
lanzándose bajo cientos de toneladas de
un tren en marcha. Sus programas abrieron el camino para una nueva forma de
hacer periodismo, pero también nos dejó ese sabor amargo del que se va cuando
aun tiene mucho para dar, nos dejó el hematoma interno que provoca la frustración, aun así y sin
perder vigencia , entre tanto griterío mediático estéril y cortinas de humo que
no permiten ver otras realidades subalternas,
una voz en of dice: "Creo
que estamos cansados de los que hacen tele y reciben a la gente de la tele para
hablar de la tele en un estudio que parece el living de su casa. Hay que sacar
las cámaras afuera porque hay otro mundo. Hay gente que tiene otras
historias", esto decía Polo en
1993, cuando su programa ya comenzaba a mostrar las cosas desde “El Otro Lado”.
Las Pelotas, en su disco en vivo denominado La Clave del Éxito, dedica el tema “Si supieras” para “Polo, Grande
Polo” dice Germán Dafunchio, cantante y guitarrista de la banda: “si supiera
adonde ir, intentaría fugarme solo, para poder seguir. Llegar hasta la cima de
todo, para sentirme vivo”. Con esta frase comienza la canción consagrada a un visitante,
visitante fugaz que peregrino el
mezquino y vacío mundo de los medios de
comunicación.
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