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UN TECHO PARA MI PAIS



La ONG Un techo Para mi país llega a Paraná para construir viviendas a personas carenciadas de los barrios San Martín y Mosconi.

Un techo para mi país es una organización no gubernamental liderada por jóvenes voluntarios, con presencia en 19 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. La institución trabaja junto a familias que viven en asentamientos urbano-marginales, para que a través de un esfuerzo en conjunto puedan mejorar su calidad de vida.
El primer paso del proyecto es la Construcción de Viviendas de Emergencia, para luego desarrollar planes integrales de Habilitación Social. Estos planes se implementan como respuesta a las inquietudes y necesidades planteadas desde cada uno de los barrios y giran en torno a educación, fomento productivo y micro-créditos, capacitación en oficios, arte y recreación, asesoramiento jurídico y salud. La idea de la ONG es generar conciencia social y espíritu de solidaridad a través del trabajo voluntario, integrando a los distintos sectores de la sociedad en la tarea de superación de la extrema pobreza, mediante la implementación de las 3 etapas del proyecto: Construcción de viviendas de emergencia, Habilitación Social y Comunidad Sustentable. La vivienda es de madera prefabricada de 18m² (6 m x 3 m), con pisos de madera y techos de chapa de zinc. Esta se apoya sobre pilotes de madera que la aíslan y protegen de la humedad. Es de bajo costo, priorizando así la masividad, y por ser modular es de fácil construcción, pueda ser construida fácilmente en 2 días.
Las familias a las que les construye la vivienda aportan el 10% del costo total de la vivienda. Esto permite generar el sentimiento de compromiso y propiedad alcanzado gracias al esfuerzo propio y al ahorro. UTPMP no busca regalar una casa, sino dar una oportunidad a cada familia de poder obtener por ellos mismos y con su propio esfuerzo una vivienda digna. Las familias son asignadas luego de un largo proceso en el que el área de “Detección y Asignación” inspecciona el barrio en el cual se va a trabajar. Se encuesta a la mayor cantidad de familias de los asentamientos para asignar la vivienda a aquellas que tengan las necesidades más urgentes. Los criterios utilizados en esta selección son: la precariedad de la vivienda, el nivel de hacinamiento, nivel de educación y de ingresos. También se evalúa el espíritu de superación que tengan los jefes de cada familia. Parte importante de la experiencia es la vida en comunidad, por lo que los voluntarios se instalan en colegios o locales comunales que les permite estar cerca del lugar de la construcción y convivir durante algunos días. Los voluntarios de la ONG duermen en el suelo, el desayuno y la cena se realizan en dichos locales y los almuerzos se llevan a cabo con las familias en el asentamiento.

El financiamiento
A través de alianzas con empresas, donaciones de particulares, campañas de colecta y eventos se logra alcanzar el financiamiento para los materiales de las viviendas. Además la organización cuenta con una alianza con el BID que ayuda a financiar los planes de habilitación social. La ONG Un Techo para Todos lleva construidas más de 78 mil viviendas de emergencia e intenta involucrar a distintos sectores de la sociedad, entre ellos a más de 400 mil jóvenes voluntarios latinoamericanos. En Argentina, con presencia en Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, Misiones y Salta han trabajado junto a más de 2400 familias y 30 mil voluntarios, con quienes llevan construidas más de 2400 viviendas. En los últimos días del mes de julio en Paraná se construirán 60 casas en los barrios San Martín y Mosconi,En nuestra ciudad se suma al proyecto la empresa “Petropack”.



EL SUEÑO DE LA CASA PROPIA
La creciente marginalidad ha provocado el hacinamiento en amplios sectores de la sociedad, a esto debemos agregarle la inaccesibilidad al techo propio a presentes y futuras generaciones dado el alto costo de los inmuebles(tanto terrenos como materiales de construcción)Las políticas sociales del gobierno nacional no alcanzan para paliar la situación, la exclusión laboral extrema no ha podido disminuirse ya que medidas como La Asignación Universal por Hijo u otros planes ejecutados solo representan meros parches que no solucionan de fondo la problemática habitacional. Mientras exista la brecha entre precios dolarizados y bajos salarios en pesos, y con un sistema bancario que margina a los sectores populares, ser propietario de una vivienda y acceder al sueño del techo propio continua siendo una quimera. La ausencia de créditos blandos para la clase media y viviendas subsidiadas para la clase baja empeora la situación. En la Argentina- los salarios están subiendo (porque están muy atrasados), mientras que los precios de las viviendas ya no deberían subir tanto (porque están muy adelantados). De esta forma, una persona con un sueldo promedio en el 2001 (605,7 pesos, de acuerdo con datos del INDEC) debía ahorrar poco más de siete años y medio para comprarse una casa, siempre y cuando no gastara un peso en otras cosas.
Hoy, esa misma persona, cuyo sueldo promedio subió, deberá guardar todos sus ingresos de los próximos diecisiete años y medio para poder acceder a la casa propia. Según el Ministerio de Planificación Federal Inversión Publica de la Nación en Entre Ríos se hallan terminadas 11.632 1 viviendas y en ejecución 634 312 viviendas.
El fenómeno de concentración de propiedades responde a una concentración económica cada vez mas marcada. el no poder acceder a la compra de viviendas, provoca el aumento de la demanda de alquileres, quienes concentran la mayor parte de las riquezas invierten en inmuebles, ya que guardar el dinero actualmente no sirve debido a la inflación, el círculo se cierra beneficiando a los sectores mas concentrados de la economía, mientras en los barrios , el hacinamiento es cada vez mayor y el aumento de asentamientos y villas se incrementa. La cosa no termina allí, el salario ahora rinde menos debido al aumento que se produjo en otros productos necesarios, como comida e indumentaria, la realidad es que cada vez más personas no pueden “tirar manteca al techo”, obviamente, porque acceder a uno propio, es cada vez mas complicado.

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