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EL PEZ POR EL FRIGORIFICO MUERE

EL PEZ POR EL FRIGORIFICO MUERE
La pesca indiscriminada por parte de los frigoríficos amenaza a la fauna ictiocola en nuestra región

La pesca, esa desestresante y placentera actividad de los entrerrianos, el pescado, esa deleitable costumbre gastronomita, puede resultar opacada por una realidad que no puede seguir siendo ignorada. La pesca intensiva y la contaminación han llevado que especies de la fauna ictiocola de nuestra región se encuentren en peligro de extinción. La indiscriminada pesca por parte de frigoríficos es una de las principales causantes de la depredación, sumado a un Estado ausente en cuanto a controles intensivos para detener este flagelo. Pero el riesgo es mayor si se tiene en cuenta que los controles sólo se realizan en rutas, mientras los frigoríficos dedicados a esta actividad procesan progresivamente un mayor número de piezas a la establecida por ley. Las primeras conclusiones del informe oficial de la Comisión de Pesca Continental (CPC), en el ámbito del Consejo Federal Agropecuario (CFA) de la provincia de Santa Fe dice que con el pescado que se extrae en unos 600 kilómetros de río -desde el límite de Santa Fe y el Chaco hasta Rosario- se exportan 37.000 toneladas, que sólo reciben tratamiento de frío y se despachan al exterior sin ningún valor agregado. La situación se agrava cuando se capturan peces con la talla menor a la permitida., la ley de pesca de Entre Ríos por ejemplo pone un límite de 40cm como medida minima para la pesca.
La provincia de Santa Fe, a intensificado los controles a frigoríficos exportadores que no cuentan con registros con el fin de preservar el recurso pesquero, sin embargo la pesca industrial ha ido creciendo a gran escala debido a la gran demanda externa y el precio del dólar que favorece a la exportación, además se siguen otorgando cupos como si el río fuera un recurso inagotable o se tratase del océano. Como siempre, el hilo se corta por lo mas delgado y los perjudicados por las leyes no fueron precisamente quienes saquean y depredan el río con la pesca industrial intensiva, sino los pescadores que encuentran en la pesca un único medio de vida y que ha desencadenado un conflicto con los gobiernos tanto de Santa Fe como de Entre Ríos.

Del pescado puede extraerse productos derivados que aumentan el riesgo de desaparición de la fauna ictiocola: aceite comestible, biodiesel, harina para alimentos de animales

Santa Fe vs Entre Ríos. La disputa por los recursos
El año pasado los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos pusieron fin al conflicto pesquero que existía, luego de llegar a un acuerdo tras flexibilizar las leyes que rigen en cada uno de sus territorios. Es que Entre Ríos manejaba, hasta que estallo el conflicto, un negocio de $ 17,25 millones anuales además de satisfacer la demanda de empleo de sus 2.500 pescadores. Desde la otra orilla, Santa Fe apostaba por la preservación del recurso a largo plazo, para que sus 2.900 pescadores registrados no se quedaran sin trabajo. Según el gobierno santafecino Entre Ríos extraía sin limites de tonelaje cediendo al las presiones de los frigoríficos y tratando de contener a los trabajadores de la pesca, algo que molesto a la vecina provincia en su momento. En tanto Santa Fe intentaba mantener la veda para que el recurso pesquero no desaparezca completamente y tener que lamentar en el futuro. Según Entre Ríos la sustentabilidad del recurso estaba garantizada como para continuar la extracción
La importancia del sábalo en los pueblos originarios
"Entre los chaná-timbúes - pueblo que desapareció tras la ocupación española - la importancia del sábalo se evidencia en hallazgos arqueológicos hechos cerca de Rosario (provincia de Santa Fe), donde se encontraron, asociados con restos de materiales de la cultura de estas gentes, grandes cantidades de escamas de ese animal"
El pacú y el manguruyú.
El Pacú en las primaveras calurosas hace su aparición a mediados de octubre, y permanece hasta marzo que es cuando remonta los ríos por el frío. Desova en pleno verano, fines de diciembre y enero. Tiene predilección por alimentarse de frutos maduros de ciertos árboles cercanos a la orilla del río. El pacú se aproxima a la costa de los arroyos esperando que caigan los frutos. Cuando se producen desbordes en los bañados, se acerca a sitios donde crecen plantas que dan frutos, o los voltea golpeando los tallos con rápidos movimientos de la aleta caudal, para luego comérselos. También come raíces de plantas acuáticas y flores de camalotes. Su dieta también incluye caracoles, crustáceos y pequeños peces. Se han encontrado ejemplares de más de 8 Kg. y 65 cm. de longitud. Actualmente su pesca esta vedada
El manguruyú es uno de los peces mas grande del Paraná está prácticamente en extinción y del que vemos que pescan a los juveniles como si fuera otro bagre. En Rosario lo llaman Bagre Lagunero y en Diamante lo venden como Manduvé. Prefiere las aguas cálidas y en invierno remonta los ríos o permanece enterrado en el fango hasta que en la primavera comienza sus actividades de pesca para subsistir. Un Manguru o un pirarucú de un largo de 1.70 m alcanzan un peso que se aproxima a los 100 kilos y que varía según la gordura del animal. De fuerza poderosa se oponen a ser sacados del agua, Es carnívoro y suele predominar en su alimentación el sábalo.

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